abril 25, 2011

EMERGENCIA INVERNAL EN COLOMBIA: PATRIMONIO EN RIESGO

Crecida del Río Magdalena en Honda

Durante esta semana santa la noticia que colmó los medios fue el gran desastre invernal que aún azota a la mayor parte del territorio nacional: carreteras cerradas por derrumbes, hundimientos, pueblos y cultivos inundados, ríos desbordados y ante todo destrucción, miseria y una grave emergencia social y sanitaria que parece repetirse con más fuerza que en el mes de noviembre de 2010. Apenas hace cinco meses. Al parecer, las alarmas callaron y como muchas emergencias esta quedó en un temporal olvido. Lo más triste aún es que para muchas regiones es una constante ante cada temporada invernal.

El panorama en los municipios por donde transita el histórico camino Nacional de Honda, vía de comunicación entre Bogotá y el Magdalena desde la Colonia, no es para nada ajeno a la emergencia. Guaduas, en Cundinamarca, sufre continuos cortes de energía y agua por las fuertes lluvias. Además el municipio está practicamente incomunicado pues las carreteras hacia Villeta (y por extensión, Bogotá), y hacia Honda (desde donde parten vías hacia la costa Atlántica, Manizales, Ibagué y Medellín) están cerradas, lo que comienza a repercutir en un abastecimiento de combustible, alimentos y otros productos.


El derrumbe en la Vereda Sargento que cubrió parte del camino real de Honda, arrasó con árboles y cultivos

El municipio de Honda, Tolima, es uno de los más afectados por la emergencia. La ribera del Río Magdalena se ha desbordado, anegando barrios enteros y afectando a una población que subsiste en gran parte por la pesca. De muchas casas ribereñas quedan apenas las paredes e importantes edificaciones como la plaza de mercado (Monumento nacional) viven en riesgo permanente. Durante la pasada y reciente emergencia invernal, una creciente del Río Gualí arrasó parte de la casa de Cultura Alfonso Palacio Rudas, antiguamente sitio del convento Jesuita de Honda, llevándose consigo no solamente una valiosa construcción, sino gran parte de documentos históricos que a pesar de su valor no estaban archivados en buenas condiciones.

 Casa de la cultura Alfonso Palacio Rudas. Foto del año 2008

El segmento de la foto anterior, cedió por la crecida del Río Gualí. Foto del año 2011

El camino Real por su parte sufre por la escorrentía derivada del invierno. Entre Albán y Villeta no se presentan grandes dificultades salvo tramos convertidos en barrizales, pero no ocurre lo mismo en otros sectores. Entre Villeta y Guaduas, un tramo de bosque aledaño al camino en el Alto del Trigo ha sido devastado al parecer para ampliar un carretero, lo que hace sumamente peligroso el tránsito, sumado a un gran derrumbe a la orilla de la Quebrada Honda. Desde el Alto se ven las filas casi interminables de carros y vehículos de carga esperando en la carretera obstruida. En el descenso hacia Guaduas el camino es una auténtica quebrada en la que ni siquiera se ve el empedrado por los grandes volúmenes de agua.


Pero para el camino la situación más grave se presenta entre Guaduas y Honda, en la vereda Sargento, donde el terreno ha cedido generando amplias grietas que hacen casi imposible el transito de vehículos en las vías de acceso a las veredas Sargento y Chapaima, y un enorme derrumbe ha arrasado unos 200 metros del trayecto. La historia parece afirmar que las autoridades nacionales poco le apuntan a la protección del patrimonio frente a los embates de la naturaleza y se permite que la situación se repita una y otra vez, como ocurrió con el muelle de Puerto Colombia. Así como el invierno afecta directamente a las comunidades de los municipios citados, la destrucción de su patrimonio pone en peligro una parte de su identidad y favorece que elementos históricos como el camino, sean sepultados también en el olvido de los colombianos.

Texto: Fundación Senderos y Memoria
Fotos: Santiago Rincón Leuro