septiembre 16, 2008

LANZAMIENTO DE LA RUTA MUTIS - 200 AÑOS

José Celestino Mutis, médico, matemático y botánico español nativo de Cadiz, llegó al Virreinato de la Nueva Granada, hoy Colombia, en 1760. En el país se movió en el campo de la minería y el comercio y explotación de quina y se ordenó como sacerdote mientras esperaba la aprobación de la corona española para llevar a cabo la expedición botánica; aprobación que llegaría con una demora de 22 años. El desarrollo de la expedición botánica constituyó un evento de gran importancia no solamente por los valores relacionados con la botánica y la ciencia. Constituyó también la llegada del pensamiento de la ilustración a Colombia. A partir de la expedición se dio inició a una perspectiva diferente de la ciencia y el conocimiento, desligada de bases mágico-religiosas para explicar el mundo y su configuración.



Casa de la segunda expedición botánica. Mariquita, Tolima

Además la expedición y el trabajo de Mutis influyó de forma determinante en la gestación de movimientos independentistas en Colombia, pues la llegada de la filosofía de la ilustración fue la base para una revolución, intelectual en primera instancia, por la cual se rebatieron los valores que promulgaba la monarquía y la organización política del entonces virreinato.


Parque de Mariquita, Tolima

Mutis falleció el 11 de septiembre de 1808, luego de desarrollar junto a muchos colaboradores nativos de Colombia, una gigantesca y en parte inconclusa labor en los campos de la botánica, la astronomía, la lingüística, el arte y la geografía, entre otras disciplinas. Precisamente el 11 de septiembre de este año se cumplieron 200 años de su muerte y como parte de la celebración de este bicentenario y el bicentenario de la independencia, el ministerio de cultura en hermandad con la alcaldía de Cadiz, lanzó oficialmente la Ruta Mutis, recorrido enmarcado dentro del concepto de turismo cultural que vincula los municipios de Guaduas, Honda, Ambalema y Mariquita, en donde se busca recuperar los valores asociados a Mutis y la expedición, en relación al patrimonio material e inmaterial, como fuente de desarrollo para la región y las comunidades.


Paula Marcela Moreno, ministra de cultura

El lanzamiento contó con la presencia de la ministra de cultura Paula Marcela Moreno, el expresidente Belisario Betancur, presidente de la comisión Mutis, la alcaldesa de Cadiz Teófila Martínez, y de diferentes organizaciones gubernamentales, oficiales y particulares, entre ellas la Fundación Senderos y Memoria.
Dentro del objeto de trabajo de la Fundación, la recuperación y divulgación de la Ruta Mutis, es una excelente oportunidad para conocer de forma integral el legado de la expedición botánica, a partir de actividades como el recorrido mismo de la ruta, los caminos reales, los centros de interés histórico, arquitectónico y cultural de los municipios y talleres relacionados con el trabajo del sabio gaditano, donde se pueda comprender el amplio efecto que tuvo esta empresa científica, a nivel biológico, cultural, histórico y social.

Fotos: Santiago Rincón Leuro
Texto: Fundación Senderos y Memoria

Para mayores informes sobre la ruta y las actividades: Fundación Senderos y Memoria - Tels: 3124296376 - 3105581427, fsenderosymemoria@yahoo.com

septiembre 01, 2008

EL FERROCARRIL DEL NORTE

Túnel de 1921 entre Suesca y Nemocón

Durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera del siglo XX, la llegada del ferrocarril a Colombia representó en alguna medida su ingreso a la modernidad. Su importancia se evidencia en las onstrucciones relacionadas a las líneas ferreas, estaciones, quintas de recreo, puentes y túneles, y así mismo en los relatos sobre el viaje en el tren de Girardot y las fincas e imponentes hoteles en Cachipay, El Ocaso y Apulo, o el viaje a la isla de los poetas en la Laguna de Fúquene. Precisamente esta última ruta, que cómunicaba Bogotá con el norte de Cundinamarca, Boyacá y Velez, Santander, es una de las que muestra un mayor abandono, no sólo de la línea sino también de construcciones con un gran valor arquitectónico y cultural. En su recorrido, aún activo hasta Nemocón, la línea transcurre por paisajes de sabana, sencillos pero imponentes, como una panorámica sobre el norte de la sabana de Bogotá, las rocas y el municipio de Suesca, la Laguna de Suesca, y la Laguna de Fúquene.


Puente entre Suesca y Nemocón

Además es notable la presencia de estaciones de magnífico diseño, hoy en ruinas, como la estación del Crucero, en cercanías a la laguna de Suesca, el túnel de 1921 y los puentes que sortean el cerro Loma Larga a una altura de 2.800 mts, también sobre Suesca. Adicional al deterioro de estas obras civiles, es preocupante además el deterioro de ecosistemas contiguos, como las ya citadas lagunas de Suesca y Fúquene, antes grandes cuerpos de agua, hoy víctimas de la desecación. Sus orillas progresivamente van dando paso a terrenos para el pastoreo o la agricultura y presuntamente se filtran por fallas geológicas, sumado además a la contaminación de sus aguas con abonos y productos químicos, la extinción de sus especies nativas como el pez capitán, a favor de especies exóticas como la trucha, y la constante erosión en las laderas de los cerros que las rodean.

Panorámica de la Laguna de Suesca

Actualmente estos parajes y las construcciones del ferrocarril demandan esfuerzos para su recuperación. Las construcciones son parte de la memoria de la región en las que hoy podrían desarrollarse proyectos de restauración y conformación de centros culturales para las veredas y municipios, y de los cuáles podría beneficiarse la comunidad, la población escolar y los habitantes de las zonas rurales.

Estación del Crucero, en la vereda de Ovejeras, Suesca
Texto: Fundación Senderos y Memoria
Fotos: Santiago Rincón Leuro